A nivel colectivo transitamos por tiempos de confusión,de violencia en las calles, disparos, dolor.
A nivel individual tiempos también de despedidas, de término de ciclos, relaciones, situaciones, etapas.
El frágil yo se hiere y no queda más que aceptarlo, rendirse ante ese dolor, pero al mismo tiempo es vital para el ser humano no abandonar el contacto con su esencia, con los bosques del alma, con ese espacio de luz y serenidad para responder desde la neutralidad y la sabiduría.

Todas son etapas de la vida, de dejar ir, de aceptar y para ello hay que abrir los frascos de mermeladas de la alegría y desde la profunda certeza de que siempre después de la muerte viene la vida!

«Se necesita un caos en el alma para dar a luz una estrella» , pareciera que se termina el tiempo y es necesario la evolución y es un tiempo crítico para alcanzar una consciencia colectiva que de a luz una nueva humanidad.

Uno de los grandes errores del ser humano en tiempos críticos es rendirse a los archivos colectivos de desánimo perdiendo todo contacto con su centro.

La humanidad camina en una cornisa donde solo nuestra claridad interior y lógica puede sostenernos, pues no hay nada exterior de que afirmarse y se hace más evidente que nunca la necesidad de presencia de nuestra Consciencia con su visión para avanzar.