Por Lorena Muñoz Lavin| Dic 14, 2018
Algunos consejos prácticos para mejorar la Educación Emocional
1. HABLAR CON FLUIDEZ EL LENGUAJE DE LAS EMOCIONES
Para practicar Educación Emocional, es esencial ser emocionalmente alfabetizado. Esto es multifacético; Una parte es poder nombrar las emociones realmente específicamente, para diferenciar entre emociones similares, como sentirse triste o abrumado.
Y más allá de eso, es muy útil conocer el perfil de cada emoción: poder definirla y comprender su mensaje. La tristeza es un sentimiento de pérdida de algo que me importa, y ayuda a aclarar lo que es importante para mí.
Al igual que con cualquier idioma, captamos una buena parte de él simplemente prestando atención, pero es posible que tengamos que estudiar para convertirnos en un verdadero experto. La rueda de las emociones de Plutchik y la Tabla de sentimientos del emotoscopio son dos recursos increíbles para dominar el lenguaje de las emociones.
Sentimos todas estas emociones diferentes y matizadas, pero no siempre tenemos las palabras para nombrarlas y darles sentido. Y como veremos en el siguiente consejo, llevar esta conciencia cognitiva al ámbito emocional es extremadamente poderoso.
2. NOMBRA TUS EMOCIONES
Las emociones pueden sentirse como una poderosa corriente que nos arrastra, nos lleva a dar un paseo. Pero la investigación en neurociencia ha revelado una práctica notablemente sencilla que nos ayuda a calmar las aguas: nombrar nuestras emociones. Se ha demostrado que disminuye la intensidad de las emociones simplemente al enfocar nuestra atención cognitiva en lo que estamos sintiendo.
3. EN LA TERCERA PERSONA
La investigación adicional sobre el poder de nombrar emociones recomienda que nos alejemos de la experiencia utilizando la voz de la tercera persona. En lugar de decir: «Estoy frustrado», puedo decir: «Josh está frustrado».
O, si eso es demasiado extraño, intente decir: «Estoy experimentando frustración» o «Uno de mis sentimientos es la frustración».
Estas técnicas de distanciamiento combaten la naturaleza que abarca todo de las emociones intensas, y es un mecanismo natural de calma. Pero recuerde que las emociones son información; por lo tanto, después de nombrar sus emociones, permanezca con la sensación en lugar de cambiarlas o corregirlas de inmediato, lo que nos lleva a nuestro siguiente consejo …
4. OBSERVAR SIN INTENTAR ARREGLARLO
Nombra tus emociones, y luego simplemente deja que sea por unos segundos. Déjese frustrado, o enojado, o triste. Hemos sido socializados para pensar algunas emociones como malas, y debido a eso, tenemos la tendencia a tratar de alejarlas tan pronto como las sentimos.
Es tentador poner una coma después de tu emoción, en lugar de un punto. «Estoy frustrado, porque hizo esto o aquello», pero esto intensifica la emoción de nuevo. En su lugar, diga «Estoy experimentando frustración». Y respire profundamente unas cuantas veces.
Se requieren unos seis segundos para que los químicos de la emoción sean absorbidos por el cuerpo, así que concédete al menos ese tiempo … lo que nos lleva al siguiente consejo.
5. SIENTE TUS EMOCIONES EN TU CUERPO
A menudo sentimos nuestras emociones en nuestro cuerpo físico. La ansiedad antes de una entrevista de trabajo puede dejarnos con los músculos tensos o las palmas sudorosas, y mientras caminamos hacia la puerta para recoger a nuestra pareja para una cita, podemos sentir que estamos caminando a la ligera y nuestros corazones están latiendo de emoción.
Estos son solo algunos ejemplos comunes de cómo sentimos las emociones físicamente. Pero los investigadores han descubierto que diferentes emociones están asociadas universalmente con la activación de la sensación en partes específicas del cuerpo.
Patrones consistentes de sensaciones corporales están asociados con cada una de las 6 emociones básicas: ira, miedo, sorpresa, disgusto, felicidad y tristeza. La educación emocional se asocia en algunos países con sensaciones corporales discretas pero parcialmente superpuestas: disminución de las sensaciones de las extremidades con tristeza, aumento de las sensaciones en las extremidades superiores con enojo, sensaciones alrededor de la garganta y el sistema digestivo con disgusto, sensaciones en el pecho con sorpresa y miedo, y sensaciones mejoradas En todo el cuerpo con felicidad.
6. ROMPE EL MITO DE LAS MALAS EMOCIONES
Con demasiada frecuencia nos quedamos atrapados en una relación antagónica con nuestras emociones, pensando en ellas como malas y como algo que debemos suprimir. Pero al final del día, las emociones, incluso las que desafían como la ira, son datos.
Existen para ayudarnos. Superar esta mentalidad de que hay emociones buenas y malas es una de las partes más difíciles de practicar en la educación emocional, pero también es extremadamente liberador. Una vez que realmente se eduquen las emociones y se conviertan en un aliado, la persona puede tomar el control de su vida. El primer paso es reconocer que las emociones le proporcionan información valiosa.
Las emociones son neurohormonas que liberamos como respuesta a nuestras percepciones sobre el mundo. Centran nuestra atención y nos motivan hacia un curso de acción específico. Así que no hay emociones buenas y malas. Todos ellos tienen un propósito y un mensaje únicos.
El miedo centra nuestra atención en una amenaza y nos motiva a protegernos. La tristeza enfoca nuestra atención en una pérdida y nos ayuda a reconocer lo que nos importa. Si quieres saber cómo mejorar la educación emocional, el primer paso es dejar de luchar contra tus propias emociones.
Para una visión más profunda de esta visión no dualista de las emociones, echa un vistazo a este artículo: Reconsiderando los sentimientos.
7. OBSERVE LA ACUMULACIÓN ANTES DEL DISPARADOR
En términos de cómo mejorar la educación emocional, otra forma es afinar tu capacidad de reconocer cuando te diriges en una dirección que no quieres ir, antes de que algo realmente te active. El gatillo suele ser obvio. «Él dijo esto» o «No puedo creer que ella haya hecho eso». Pero debemos recordar que estos eventos no ocurren en el vacío.
Nuestras emociones se basan en nuestras percepciones del mundo, y nuestro estado mental juega un papel importante en eso. De hecho, nuestras percepciones no son tan objetivas como pensamos. Cuando ya estamos frustrados, es más probable que veamos desilusiones. Cuando ya tenemos miedo, es más probable que interpretemos algo como una amenaza.
Por lo tanto, es esencial que nos pongamos en contacto con nosotros mismos y sepamos dónde estamos: cuáles podrían ser nuestros propios sesgos en ese momento. Cuanto mejor y más rápido seamos en este auto-registro, menos probabilidades tendremos de reaccionar exageradamente o malinterpretar algo.
8. RECONOCER PATRONES RECURRENTES
Para entenderlo, necesitamos sumergirnos en un poco de Neurociencia. Nuestros cerebros tienen una tendencia natural a seguir vías neurales que ya existen. Entonces, ya sea en una relación o por nosotros mismos, tenemos una tendencia a formar y seguir patrones. Pero eso no significa que todos nuestros patrones nos estén sirviendo bien o que no podamos cambiar los que no lo están.
Por ejemplo, «cuando me enojo, lo reprimo». Lo aprendí de mi papá, así que está muy bien grabado en mi mente. Pero con esa conciencia, tengo la capacidad de darme cuenta cuando estoy empezando a reaccionar … y luego puedo trazar otro rumbo, para practicar la respuesta en lugar de reaccionar. Pero el primer paso en el proceso fue simplemente reconocer ese patrón en mí mismo.
9. ESCRIBE TUS SENTIMIENTOS A LO LARGO DEL DÍA
Consulte con usted mismo y no piense que tiene que elegir un solo sentimiento. Las emociones son multicapa, complejas. Es totalmente normal sentirse múltiple a la vez, incluso si parecen contradecirse entre sí. Escribirlos es una práctica importante de validación y parte de la respuesta sobre cómo mejorar la inteligencia emocional.
10. RECUERDE
“Las emociones son datos”. Las emociones son datos valiosos que le ayudan a ver con mayor claridad. Cuando dejamos de luchar contra ellos, ignorándolos o sintiéndonos asfixiados por ellos, obtenemos un recurso increíble. Recuerde cuál es el propósito de las emociones: centrar nuestra atención y motivarnos hacia un curso de acción específico.
Son simplemente datos, basados en nuestras percepciones del mundo, sobre qué hacer. Conócete a ti mismo se trata de abrirnos a estos datos, y el siguiente paso es usarlos para elegir exactamente dónde queremos ir.
La educación emocional hace posible crear datos valiosos que nos ayudan a ver más claramente. Cuando dejamos de luchar contra ellos, ignorándolos o sintiéndonos asfixiados, obtenemos un recurso increíble para centrar nuestra atención y motivar la acción.
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.